Por: Iván Castaño, director ejecutivo de Ruta N. 

@ivancastanop 

Desafíos globales que se presentan en el panorama actual, como el cambio climático, la escasez de recursos, la transición energética y una frágil economía mundial que reta a los países, no solamente a mantenerse a flote, sino además a impulsarse y seguir creciendo, la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) se vuelven herramientas para llegar a soluciones de rápido impacto. 

Muchas ciudades del mundo han venido preparando sus territorios para enfrentar esos desafíos globales que se viven en lo cotidiano y local, teniendo presente que, para lograrlo, es necesario generar un ecosistema en el que la CTI puedan impulsar soluciones a grandes problemas con recursos limitados. Es aquí donde los distritos de innovación protagonizan el cambio. 

Según datos del Foro Económico Mundial, más de 100 distritos de innovación han emergido alrededor del mundo en los últimos 10 años, generando, en promedio, cuatro veces más innovaciones y nueve veces más oportunidades laborales que las distritos tradicionales comerciales, industriales o de uso mixto. 

No podemos olvidar que desde hace más de 8 años, Medellín cuenta con un Distrito de Innovación alrededor del Complejo Ruta N. Desde allí se ha venido apostando por una transformación del territorio a través del asentamiento de organizaciones de base tecnológica, el desarrollo de proyectos del alto impacto y una estrategia social para cambiar realmente la vida de quienes habitan los barrios aledaños. Ahora bien, reconociendo esa trayectoria, hemos dado un paso adicional, ahora no solo una parte de la ciudad sino toda en su conjunto es Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación. 

Este título le da competencias y facultades que llevarán a generar más empleos, establecer alianzas para potenciar soluciones, definir estímulos tributarios para incentivar emprendimientos y adelantar proyectos que permitan desarrollar ecosistemas locales para dar respuesta a problemáticas globales. 

Este texto fue publicado originalmente en la edición del 10 de octubre del diario ADN.